sábado, 3 de marzo de 2012

5 maneras de ser más positivo

El psicólogo Shwan Achor, en su charla TED "El feliz secreto para trabajar mejor", nos explica, de forma muy divertida, cómo el éxito no lleva a la felicidad sino al contrario. Por eso es necesario conseguir y mantener un punto de vista positivo, porque es lo básico para conseguir todos los logros que nos propongamos.

Lo que más me ha llamado la atención son los 5 puntos que enumera al final como básicos para conseguir esta visión optimista del mundo:

  • Pensar cada día en 3 cosas por las que debamos dar las gracias.
  • Anotar cada día algo que nos haya hecho felices. Estos dos primeros puntos consiguen, segun Achor, que el cerebro cambie su manera de procesar la realidad y se enfoque más en las cosas positivas.
  • Hacer ejercicio físico. Un claśico, uno de los puntos que está siempre en cualquier lista para sentirse mejor o para evitar la depresión.
  • Meditar. En este mundo de locura, en el que debemos realizar mil y una actividades cada día, un momento de evasión, de calmar la mente, resulta fundamental.
  • Realizar pequeños actos de bondad. Sonreir a la gente, ayudarla en cosas nimias, ser solidario, cualquier cosa vale en este punto.




lunes, 6 de febrero de 2012

Volver a leer

Aunque en ciudades grandes como Madrid, lo común hoy en día es que la mayor parte de personas que leen en el metro lo hagan por medio de un libro electrónico, en una ciudad pequeña como León, todavía hay muchas personas no están acostumbradas a ver lectores electrónicos. Así que ya veo normal que, cuando me ven con mi Kindle, me pregunten, primero, para que vale el aparato y, segundo, qué ventajas y desventajas tiene.

Me apasiona la tecnología, creo que nos ayuda a hacer de este un mundo mejor. Por eso solo les explico las primeras, contándoles que, generalmente, el peso del dispositivo es menor que el de su correspondiente versión escrita, que no hace falta hacer fuerza para que se mantenga abierto en la página en la que estamos leyendo, que la batería dura semanas, que no cansa a la vista, que el viento no mueve las hojas y que se pueden llevar varios libros en el mismo lector si eres de los que gusta leer libros en paralelo.

Pero que, sobretodo, te ayuda a volver al buen hábito de leer. Yo, hasta comprar el Kindle, no encontraba momento para sentarme con un libro. Acudía a la biblioteca para sacar aquellas obras que me interesaban pero muchas se me quedaban a medias o sin empezar para el día en que tocaba devolverlas. Ahora podría decir que leer se ha convertido en algo habitual de mi día a día y no sabría indicar muy bien dónde radica el motivo.

Y lo mejor es que no es algo que me haya ocurrido a mi solo. La gente cercana que ya tiene lector electrónico tiene la misma sensación. La conclusión es que es una gran compra y que, si estás dudando en adquirir uno, mi consejo es que lo hagas cuanto antes, porque seguro que, como yo, volverás a leer.


domingo, 5 de febrero de 2012

La parálisis de la elección

Llevo ya varios meses leyendo sobre minimalismo como estilo de vida. Y recuerdo, en alguno de los pasajes, haberme encontrado con lo que Barry Schwartz explica en esta charla TED.

Básicamente nos viene a decir como el alto número de opciones que tenemos en la sociedad moderna de hoy, independientemente de si hablamos de elecciones triviales como comprar o no algo en el supermercado o de decisiones más importantes de tipo laboral o sentimental, nos supone un problema a la hora de alcanzar la felicidad.

Primero, porque nos bloqueamos analizando qué alternativa es la óptima y segundo porque, una vez llevada a cabo la decisión, tenemos mayor facilidad para arrepentirnos de la misma, imaginando las probables cualidades de las otras opciones.

El minimalismo defiende que deberíamos evitar tener tanto donde elegir y que, proactivamente, tendríamos que ser capaces de llevar un ritmo de vida que redujera las alternativas. Lo que más me llama la atención de la charla de Barry Schwartz es cuando explica que en un mundo en el que el número de alternativas estuviera más repartido no solo las sociedades más atrasadas encontrarían beneficio; también las más desarrolladas. Llevando esa conclusión a pequeña escala, me quedo con que es probable que una vida con menos ocpiones redunde positivamente en el resto de vidas cercanas.


lunes, 20 de junio de 2011

Yo #soy15m

Como parte del #15m me declaro una persona pacífica y condeno radicalmente todo tipo de violencia: la de los violentos infiltrados en nuestras manifestaciones, y la del Estado, que ha causado más dolor y heridos. Además, condeno la manipulación mediática que enfatiza la información sesgada, parcial o errónea con el propósito de demonizar a los ciudadanos.

Si me manifiesto en la calle es porque:
  1. Mi participación como ciudadano se ha reducido a votar a listas cerradas cada cuatro años para ver cómo los representantes de los ciudadanos no respetan lo prometido en su programa.
  2. Se hacen leyes a favor de grupos de interés en vez de hacerlas a favor del conjunto de la sociedad.
  3. Se invierten recursos públicos para ayudar a minorías poderosas, y no a quienes están pasando situaciones desesperadas ocasionadas por la especulación financiera.
  4. Los grandes partidos están más preocupados por mantener su poder que por ofrecer soluciones para superar esta crisis histórica.
  5. Está a punto de firmarse un “Pacto del Euro” que consiste fundamentalmente en medidas para reducir la inversión pública en servicios esenciales.
  6. Desde diferentes órganos del estado se ha insultado a los ciudadanos, e incluso se ha justificado el recurso a la violencia contra manifestantes pacíficos.
Como parte del #15m, acepto y respeto la diversidad ideológica del movimiento. Cuando participo en una manifestación no reclamo un régimen o una ideología en concreto, ni un modelo social no democrático, ni la eliminación de los partidos o los parlamentos. Lo que reclamo es una democracia mejor y más humana que, entre otras medidas, necesita urgentemente:
  1. Cambios en la Ley Electoral para permitir una mejor y más directa representación de los ciudadanos en los parlamentos y una mayor participación ciudadana en las decisiones importantes.
  2. Aprobación de una Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública para obligar a la publicación en formatos adecuados y reutilizables de todos los gastos, decisiones y reuniones con grupos de presión por parte de funcionarios y cargos públicos.
  3. Tolerancia cero a la corrupción de candidatos y cargos públicos, y controles ciudadanos para la exigencia de responsabilidad política.
  4. Separación clara, real y efectiva de los poderes del estado.
  5. Control fiscal efectivo de grandes fortunas y operaciones financieras; eliminación de privilegios fiscales a cargos electos.
  6. Políticas encaminadas a solucionar de forma efectiva los problemas hipotecarios y de vivienda.
  7. Servicios públicos de calidad, fundamentalmente salud, justicia y educación.
  8. Eliminación de las leyes que permiten el control administrativo de Internet. La red ha demostrado ser esencial para la libertad de expresión y para responder al peligro de manipulación mediática.
Por todas estas razones volveré a salir pacíficamente a la calle el 19 de junio, #19j

Si estás de acuerdo, aprópiate del texto y divúlgalo (enlace al documento original).


miércoles, 9 de febrero de 2011

Internet puede ser maravilloso

El mundo está cambiando. En realidad lleva haciéndolo mucho tiempo; lo que sucede es que en estos últimos años, lo hace a una velocidad endiablada. Las nuevas tecnologías y, sobretodo, Internet, están consiguiendo evolucionar todo lo que conocemos a un ritmo increible.

Como con todo cambio, lo difícil es adaptarse. Quienes lo consiguen, disfrutan de las oportunidades que surgen. Quienes no son capaces, sucumben, ya sea a nivel personal o profesional. No hay más, la historia está plagada de ejemplos que lo prueban. Incluso en el día a día es fácil comprobarlo sea cuál sea nuestro entorno.

Y esto es, básicamente, lo que está sucediendo con toda la industria de la cultura: libros, música y cine. Y definitivamente, el problema está en la industria, y no en los creadores. La primera esta ciega ante la evidencia: su modelo de negocio ya no funciona. Algunos de los segundos, sin embargo, están viendo más allá y están anticipando con su forma de actuar los futuros modelos que regiran la creación artística.

Al hilo de todo esto, hoy es noticia, el escritor Juan Gómez Jurado, uno de estos últimos. Su iniciativa, como reacción a la provocación de Alejandro Sanz de que regalara sus libros si quería seguir defendiendo a los "piratas", como el cantante los llama, fue poner a disposición de todo el mundo su primer best-seller.

Pero además, pensó que sería buena idea que todo aquel que lo descargara pudiera hacer una donación voluntaria a la ONG "Save the children". Habilitó una web para ello con la ayuda de sus seguidores de Twitter y el resultado es que en menos de 48 horas ya suma más de 4.000 euros en donaciones.

Bravo. Internet está cambiando al mundo. Si así lo queremos, el cambio será para bien. Anímate y dona.

1 Libro = 1 Euro ~ Save The Children


miércoles, 15 de diciembre de 2010

Palabra clave: productividad

Desde que hace unos meses pasé a ocupar un puesto de mayor responsabilidad en el instituto donde trabajo me di cuenta de que había una gran laguna en mi formación: saber organizarme. Quitando pequeños apuntes cuando estaba en edad escolar sobre cómo montar un calendario con el que estructurar mi estudio, nunca nadie me había educado sobre ello.

Después de 6 años dando clases, prácticamente ya no tengo ningún problema para sacar adelante mi labor como profesor. Pero ahora, como jefe de estudios, hay más. Hay más volumen de trabajo, más tareas críticas que realizar, más asuntos que no pueden ser pospuestos y más y más y más. Así que, decidí bucear en Internet para investigar en busca de una solución.

La palabra clave es "productividad". La cantidad de literatura que ha generado ese término, sobretodo en los últimos años, es abrumadora. De hecho, hay auténticos gurús de la productividad o del "coaching", que viven de explicar a ejecutivos y a personas normales como organizarse. Afortunadamente, les encanta volcar su sabiduría y experiencias en Internet, así que dedicando sólamente un par de horas se puede aprender muchísimo sobre el arte de ser productivo.

GTD es la estrella de la productividad ahora mismo. Una búsqueda en Google arroja más de seis millones de resultados. Sobre él, se han construido otros sistemas igual de válidos si la persona que los usa los sabe amoldar a su contexto. En cualquier caso, las recetas para ser productivos están disponibles en la red, para todo el mundo.

Después de menos de tres meses instruyéndome y tratando de poner en práctica lo aprendido, puedo decir decididamente que soy más productivo, aunque aún me queda mucho en lo que mejorar. Así que no puedo dejar de recomendar a cualquiera empezar ya a saber cómo organizarse mejor. Hay mil puntos de partida, pero uno podría ser el libro de David Allen "Organízate con eficacia", en el que se basa la teoría de GTD.


domingo, 28 de marzo de 2010

¿Para qué se puede usar Twitter?

En los últimos años, Twitter ha sido uno de los servicios que más ha crecido. A día de hoy casi todo el mundo ha oído alguna vez la palabra "twitter", aunque la mayoría no sepan muy bien qué significa.

El modelo de Twitter ha evolucionado mucho con el tiempo. La idea original era construir una red social donde los usuarios indicaran en mensajes de 160 caracteres qué era lo qué estaban haciendo en un momento determinado. Sin embargo, a día de hoy, los que escribimos en Twitter lo usamos también para expresar ideas, pensamientos o sucesos de los que somos testigos.

Esta evolución le ha conferido a Twitter un uso muy interesante: las búsquedas en tiempo real. Cuando queremos obtener información de algo que acaba de suceder o que está sucediendo en este mismo instante tenemos varias posibilidades: recurrir a Google, echar un vistazo a blogs o periódicos online o buscar en Twitter.

Google no es exageradamente rápido indexando contenidos, es decir, no es capaz de mostrar en los resultados de una búsqueda un texto que se haya escrito hace relativamente poco. Si optamos por la segunda solución, tenemos el problema de que los redactores de blogs y los periodistas de diarios online también necesitan su tiempo para escribir sus artículos. Así que la mejor alternativa es buscar en Twitter. Como hay una gran masa de usuarios escribiendo mensajes de 160 caracteres sobre casi cualquier cosa a nivel mundial en el momento en que estas pasan, es fácil encontrar alguna referencia a lo que estamos buscando.

Para entenderlo, un ejemplo. Hace unos días, intenté acceder a la web de seriesyonkis.com. Me encontré con un mensaje indicando que la web había sido cerrada. ¿Una intervención del Gobierno? No, simplemente una acción de protesta de los administradores de la página. ¿Cómo lo descubrí inmediatamente? Buscando en Twitter, por supuesto.


miércoles, 11 de febrero de 2009

Primera opinión sobre la Wii

Hace un mes me regalaron la Wii. Desde entonces no he tenido demasiado tiempo libre, así que la he utilizado más bien poco. Pero ha sido suficiente para darme cuenta de ciertas cosas:
  • La consola tiene un tamaño normal y sólo un par de cables: el que la conecta a la electricidad y el que la conecta al sensor que hay que poner encima del televisor. No da mucha pereza recoger todo y llevarnosla a otro lado para disfrutarla en reuniones sociales fuera de nuestra casa.
  • Si cuentas con alguien con quien jugar es muy divertida, casi cómo hacer deporte en la vida real. El único problema es encontrar ratos para usarla porque después de comer o de cenar apetece poco estar de pie boxeando o jugando al tenis.
  • Los gráficos de los juegos son en general bastante malos, porque la consola no da para mucho más. Pero para mi eso es lo de menos si el juego merece la pena.
  • El catálogo de juegos es muy soft, en el sentido de que son juegos destinados a personas que no han jugado nunca o muy poco a videojuegos. Esto puede ser bueno o malo: según con quién juegues y según como seas tú. Es una ventaja para jugar con cualquiera porque juegos como Wii Sports no requieren prácticamente de aprendizaje. Es una desventaja si vas a jugar mucho solo, donde se supone que querrás juegos con más profundidad.
  • Aquí es donde entra el juego online. Conectada a Internet (por Wifi -incorporado de serie- o por cable de red) puedes, aparte de ver el tiempo, consultar noticias y navegar por la web, jugar online contra, o bien amigos o bien desconocidos. No me ha dado tiempo a probarlo pero puede ser algo también muy divertido.
  • A pesar de todo lo dicho anteriormente, las cosas parecen estar cambiando. Aunque la Wii ya lleva ya un buen tiempo en el mercado, es ahora cuando están apareciendo buenos juegos (algunos realmente muy buenos) destinados también a hardgamers. 
  • Para pirartearla hay tantas maneras que es fácil hacerse un lío. Una opción es ponerle uno de los muchos chips disponibles. La otra, que es la que voy a intentar yo, es hacerlo mediante una serie de pasos que combinan un juego original y un programa bajado de Internet. Una vez pirateada los juegos cuestan el tiempo que tarden en bajarse por Internet y el precio de un DVD (teniendo, claro, un ordenador donde poder decargar y grabar el juego).
En conclusión, creo que la Wii es la mejor opción si tienes a alguien con quien jugar (mejor si es real que por Internet) y una muy buena opción si vas a jugar sólo y no eres un hardgamer. De todas maneras, ¡seguiré estudiándola!


martes, 13 de enero de 2009

Adicto a las series

Definitivamente, estoy enganchado! Desde hace relativamente poco, ver series americanas en versión original subtituladas se ha convertido en uno de mis mayores hobbies.

Sigo viendo poca o nada televisión. No aguanto la poca calidad de los programas que emiten y mucho menos los anuncios. Pero he descubierto que hay un número bastante grande de series de gran calidad (parecen películas) que merecen ser vistas en el ordenador. Casualmente, todas son americanas:
  • La primera que empecé a ver fue Lost. Un grupo de personas que viajan juntas en un avión y que tienen un accidente. Terminan en una isla desierta pasando mil y una aventuras. Conocía el argumento y, de primeras, no me llamaba especialmente. Pero fue empezar a verla y volverme adicto.
  • Luego seguí con 24. Narrada en tiempo real (cada segundo que ves es un segundo de la trama) cuenta las peripecias de Jack Bauer, agente de la UAT, a lo largo de un día (uno por temporada). No es tan buena como el resto pero es entretenida.
  • Más tarde descubrí Heroes, y rápidamente se convirtió en mi serie preferida. Como en Lost, no hay un verdadero protagonista sino que se basa en las historias de un grupo de gente normal que gradualmente descubren que poseen poderes paranormales y que su misión es luchar contra el mal. De muy buena calidad, es una serie que entretiene, engancha y hace pensar.
  • Recientemente, estoy viendo Prison Break. La habían puesto en la tele y no la había visto pensando que no sería muy interesante porque la historia es bastante típica: escapar de una prisión. Sin embargo, la trama es muy interesante y el papel del protagonista es tan bueno que solo por eso merece verla.
  • Finalmente, en días sueltos veo 90210, un remake de la serie “Sensación de vivir” de los años 90. Esta no se parece en nada a las anteriores, pero supongo que por añoranza, me vale como entrenimiento.


lunes, 12 de enero de 2009

Te gusta la música: usa Spotify

Todavía recuerdo lo bonitas que me quedaban las etiquetas de las cintas que les copiaba a mis amigos hace 15 años. Y de como lucía mi colección de CDs, cada uno con su carátula original, hace menos de 5 años. Incluso hasta hace 3 meses, me preocupaba de que mis miles de archivos en MP3 estuvieran guardados con cierto orden. Todo eso hasta que llegó Spotify.

Spotify es básicamente un reproductor de música al estilo del iTunes o del Windows Media Player. Lo descargas de la web y lo instalas en tu equipo. La diferencia es que la música que reproduce Spotify no está en tu ordenador sino en Internet.

La cantidad de música disponible es abrumadora. La calidad de audio es perfecta. La latencia, es decir, el tiempo que pasa desde que le ordenas reproducir una canción hasta que esta empieza a sonar, despreciable. Los metadatos asociados a las canciones (títulos de canción, de álbum, de artista, carátulas, biografías, artistas relacionados, etc.) completísimos. Los mecanismos de navegación entre tanta ingente cantidad de canciones y de búsqueda rápidos y eficientes. En resumen, una auténtica maravilla.

Lo mejor de todo es que es gratis y legal a cambio de escuchar una cuña publicitaria de vez en cuando (muy de vez en cuando).

Spotify es el punto de partida para una nueva forma de consumir música. De momento, sólo disponible en PCs que tengan conexión a Internet. Sin embargo, no cuesta demasiado imaginar en un futuro cercano un montón de dispositivos con conexiones a la red por 3G (móviles, ultraportátiles, coches, etc.) que permitan disfrutar de la música de este mismo modo.

Para empezar con Spotify: https://www.spotify.com/en/get-started.


jueves, 23 de octubre de 2008

Una septuagenaria usando Linux

Desde que cambié Windows por Linux en todos mis ordenadores empecé a ser consciente de lo poco usable que son los últimos sistemas operativos de Microsoft, lease Windows XP y Windows Vista.

Para confirmarlo, decidí migrar también el ordenador que utiliza únicamente mi madre (que a día de hoy, tiene 72 años) y estudiar sus reacciones.

El proceso me llevó un par de mañanas en las que tuve que salvar los datos del equipo viejo, eliminar Windows XP instalando Ubuntu Linux 8.04, volver a copiar sus datos a su carpeta personal, dejarle una apariencia un poco más atractiva de la que Ubuntu trae por defecto e instalar los paquetes, programas y plugins más habituales (Flash, Java, etc.).

Lo primero que echó en falta una vez comenzó a usar el ordenador fueron los juegos de Windows: el solitario Spider, el buscaminas, y los juegos de cartas Red de corazones y Carta Blanca. A pesar de que encontré algún clon para Linux, preferí instalarle las versiones originales utilizando Wine. Evidentemente no notó ninguna diferencia.

Mas tarde tuvo que hacer un pequeño escrito y, sin niguna ayuda, lo redactó correctamente con OpenOffice. Cuando fue a imprimirlo, incluso se atrevió a conectar por el USB la impresora a la espera de una configuración automática que desgraciadamente no se completó, así que tuve que instalarle el driver de su HP 1018 a través de la consola. Único punto negro del experimento (aunque ella tampoco habría sabido instalar el driver en XP y yo habría tardado más en solucionarle el problema).

OpenOffice no le importó correctamente algunos documentos hechos con Office 2007 y Firefox 3 se le colgço un par de veces, ambas por el plugin de Flash. Siguiendo con sus propias palabras, “dos problemas menores”.

A continuación, las conclusiones de mi propìa madre tras 4 meses de uso:
  • Alucina con la velocidad con la que Linux mueve el entorno gráfico. Según ella, las aplicaciones se abren “100 veces más deprisa” que con XP.
  • Ha investigado todos los juegos disponibles por defecto con Ubuntu y está encantada con la mayoría de ellos.
Y, para terminar, mis propias conclusiones:
  • Yo también estoy encantado por el hecho de que se han acabado los problemas que tenía que solventarle a mi madre cuando usaba Windows: “esto no arranca”, “esto da un error”, “esto ha dejado de funcionar”, etc.
  • Mi madre usa intensamente Internet (por ejemplo, accede a su banco todos los días) por lo que yo estoy más tranquilo ahora: sé que no va a tener ningún software malicioso en su equipo que le robe contraseñas o algo por el estilo.
  • Por fin se acabó darla soporte técnico permanente ante las miles de preguntas que hace en Windows el software instalado en el sistema (solicitud de actualizaciones, registros, etc.).
  • Si yo me tengo que ausentar de casa, sé que su equipo no se va a degradar, es decir, va a seguir funcionando al 100% de rendimiento. Un escenario muy diferente de lo que le ocurría cuando usaba Windows.


jueves, 25 de septiembre de 2008

Google y el teléfono móvil

¡Por fin! Ya está en el mercado (aunque sea el mercado estadounidense) el primer móvil con sistema operativo Android y se llama G1 o HTC Dream. Desde luego, es una muy buena noticia para todos aquellos a los que nos gustan los avances tecnológicos.

¿Por qué? Por dos razones: primero, porque el G1 es un dispositivo de última generación que corre sobre un sistema operativo libre; segundo, porque basa su operatividad en el “siempre conectados”, es decir, en Internet.

Lo de que use un sistema operativo libre le va a dar una gran ventaja con respecto al iPhone. Por todo el mundo, hay miles de desarrolladores deseosos de crear aplicaciones para teléfonos móviles y ahora tienen la oportunidad de hacerlo sin ninguna restricción. Esto beneficia directamente al usuario final, que va a tener a su disposición un amplísimo catálogo de aplicaciones para utilizar de forma gratuita.

Lo más interesante, sin embargo, es su concepto basado en Internet (hasta tal punto que hay que tener una cuenta de Google para poder utilizarlo). Todos los datos que manejemos no van a estar en nuestro teléfono: estarán en los servidores de Google. Se acabó perder todos tus contactos cuando te roban el móvil, se acabó tener que sincronizar la agenda con la del ordenador, se acabó apuntar recordatorios y notas en diferentes sitios en función de dónde estés, se acabo mantener varios calendarios… porque ahora todo va a estar centralizado. Y podremos acceder a ello desde el móvil o desde nuestros PCs, como prefiramos.

¡Por fin!

martes, 27 de mayo de 2008

Porque ya no utilizo Windows

Los que llevamos metidos ya unos años en esto de las nuevas tecnologías, conocemos y hemos usado Windows como sistema operativo desde mucho antes de 1995. Los usuarios domésticos, empezaron a oir hablar de él en 1998, pero no fue hasta 2001, momento en el que Windows XP salió al mercado, cuando éste pasó a ser conocido y aceptado por el gran público. No merece ni comentar la cuota de mercado que desde entonces ostenta.

Sin embargo, en los últimos años, el mundo tecnológico ha comenzado a dar un giro de 180 grados. Y estoy seguro de que este cambio va a hacer que, en el futuro, el mercado de sistemas operativos diste mucho del que hoy conocemos.

Para entenderlo, debemos pensar que el software (los sistemas operativos y los programas que utilizan ordenadores, portátiles, PDAs, móviles de última generación y otros muchos dispositivos electrónicos) es como un plato cocinado obtenido a partir de una receta.

Antes, las empresas desarrolladoras de software (lo que incluye a Microsoft y a todos aquellos que diseñan sistemas operativos) creaban sus productos de forma cerrada: yo hago mi programa y lo vendo sin hacer público su código. O lo que es lo mismo, yo cocino un plato y lo vendo ocultando su receta. Por múltiples razones, ahora el enfoque ha cambiado. En la actualidad, ya son mayoría los desarrollos abiertos: yo hago un programa, y lo distribuyo junto a su código de forma gratuita. Siguiendo con nuestro ejemplo, yo preparo un plato y lo pongo a disposición de quien quiera probarlo junto a su receta.

Aunque no es cuestión de explicar aquí los beneficios de este esquema, basta con pensar en lo mucho que puede mejorar la calidad de un plato después de que muchas personas hagan a su receta las modificaciones que estimen convenientes y compartan con el resto dichos cambios. Más aún, si no nos gusta uno de los ingredientes del plato, podemos no incluirlo. Trasladado al software, esto significa que los desarrollos abiertos evolucionan muy rápido y, lo que es mejor, pueden ser adaptados por el usuario final conforme sus propias necesidades.

Y esto último es la clave, mucho más allá de la gratuidad con la que se obtienen los desarrollos abiertos, porque para una empresa o administración, como usuaria final de software, es vital poder hacer todos los cambios necesarios en el software para que este se adapte a su modo de funcionamiento. Y en el otro extremo también hay beneficios. Podemos comprender cómo las empresas de hardware (aquellas que diseñan la parte visible de nuestros aparatos) se benefician también del modelo abierto pensando en cómo una empresa que diseñe robots de cocina consigue aumentar su valor si cuenta con miles de cocineros desarrollando recetas basadas en su producto.

De todos estos movimientos hay muchas pruebas: administraciones como la de la ciudad de París o la de la comunidad de Andalucía migran ya sus sistemas operativos a soluciones abiertas como Linux; empresas representativas en el sector del hardware, como Nokia o Samsung, hacen que sus aparatos ejecuten productos de este tipo, etc.

Así que el tren acaba de ponerse en movimiento y ha llegado el momento de subirse…


domingo, 9 de marzo de 2008

Ejercicio, grasa y pulsómetros

A todos los que hacemos deporte habitualmente nos ocurre que hay épocas en los que perdemos un poco la forma y cogemos algo de peso, ya sea por una lesión, por unas vacaciones o por otros muchos motivos.

Cuando estas situaciones se solventan, llega el momento de recuperar lo perdido, lo que incluye volver a tener el mismo fondo físico que antes y eliminar las grasas adicionales que hayamos podido ganar. Y en este punto estoy yo ahora mismo.

Investigando un poco en Internet descubrí que para conseguir tal fin, no es una gran idea hacer ejercicio como un loco. Yo ya sabía que hacer deporte a alta intensidad puede ser perjudicial a nivel muscular y articular; sin embargo, para mejorar la capacidad aeróbica y perder peso siempre pensé que lo más adecuado era exprimirse lo más posible. Nada más alejado de la realidad.

Cuando hacemos ejercicio aeróbico (correr, nadar, bici, elíptica, etc.) el cuerpo utiliza diversas fuentes de energía, fundamentalmente carbohidratos, glucógeno y grasas. En función de la intensidad del mismo, el porcentaje en el que se usan unas y otras varía. Si lo que queremos en quemar grasas, la mejor manera es usarlas como “combustible” mayoritario en nuestra actividad. Y para esto debemos mantener una intensidad media del ejercicio.

¿Como saber la intensidad de nuestro ejercicio? La clave de todo son las pulsaciones. Vamos a ver cómo calcular el márgen de trabajo más idóneo para nuestros propósitos según la fórmula de Karvonen, la más indicada para ser aplicada a personas deportistas:
  1. Restamos de 220 nuestra edad. En mi caso, obtengo 191 (220 - 29).
  2. Restamos del valor obtenido nuestras pulsaciones en reposo. Yo suelo tener 60 pulsaciones por minuto, con lo que obtengo 131 (191 - 60).
  3. Calculamos el 65% y el 75% del valor anterior. Con mis datos obtengo 85,15 (131 x 0.65) y 98,25 (131 x 0.75).
  4. Sumamos nuestras pulsaciones en reposo a los valores anteriores obteniendo los límites que buscabamos. En mi caso, 145,15 (60 + 85,15) y 158,25 (60 + 98,25).
Así las cosas, es necesario usar un pulsómetro que nos permita llevar el ritmo adecuado para mantenernos en los márgenes calculados (yo tengo el Polar F4 y estoy muy contento con él). Así evitaremos las lesiones y la fatiga diaria que produce el sobreentrenamiento, mejoraremos la capacidad aeróbica y perderemos peso.

viernes, 7 de marzo de 2008

"La rueda de la vida"

Entre los muchos consejos para llevar una vida más completa incluidos en el libro “El monje que vendió su Ferrari”, me llamo especialmente la atención aquel que recomendaba leer biografías de personajes notables de la humanidad.

La idea es sencilla: si conocemos los pasos que, en determinadas situaciones, han dado personas inteligentes, compasivas y buenas, tendremos una referencia muy válida a la hora de andar nuestro camino.

“La rueda de la vida”, la autobiografía de la doctora Elisabeth Kubler-Ross, es, sin duda, uno de esos libros a los que se refiere la obra anterior.

La autora ha pasado a la historia por sus estudios y trabajos sobre la muerte y los moribundos. Con ellos, se convirtió en uno de los primeros autores en exponer públicamente la existencia de lo que hoy conocemos como “experiencias cercanas a la muerte“.

Siguiendo su teoría de que en este mundo nada sucede por casualidad, la doctora Kubler-Ross nos relata su infancia y juventud, marcados por su gran compasión, su participación activa en organizaciones de cooperación humanitaria y su inclinación por la medicina con el fin de ayudar a los demás.

Es, una vez que acaba su carrera universitaria, cuando comienza, de forma más o menos involuntaria, a acercarse a enfermos terminales y a comprender el vasto campo que la ciencia médica aún tiene por explorar: la muerte y todo lo que la concierne. Poco a poco, comienza a desarrollar su espiritualidad, para ella dormida hasta entonces, y a entrar en contacto con todo aquello que la mayoría no somos capaces de ver pero que tantas personas si sienten: el mundo que nuestros sentidos no llegan a vislumbrar.

Después de entrevistar a más de 20.000 personas de todo tipo y condición que habían experimentado muertes clínicas y habían sobrevivido, la autora concluye que es imposible no tener fe en el más alla.

Pero ha de ser, gracias a varias experiencias místicas espontáneas, cuando alcance la total certeza de que la vida no termina con la muerte y que, como ya le habían transmitido sus enfermos, estamos aquí aprendiendo a amar.

miércoles, 20 de febrero de 2008

"Los mensajes de los sabios"

Brian Weiss fue el primero que me hizo ver, con “Muchas vidas, muchos maestros”, el sentido que tiene la reencarnación en este, nuestro “mundo real”.

En aquel libro, Weiss narraba cómo entidades espirituales superiores, lo que el llama “los sabios”, se ponían en contacto con él a través de personas en estado hipnótico. Los mensajes que estos le dejaron constituyen ahora el hilo conductor de “Los mensajes de los sabios”.

En esta obra nueva obra, basándose en muchas de las experiencias acumuladas en su vida como médico y psiquiatra, Weiss explora una vez más las grandes verdades universales: el ciclo de la vida, el amor como fuente de todo, la ética, la moral, el respeto al prójimo, etc.

En el anexo final, establece relaciones entre cómo responde él a estas cuestiones y cómo conciben estas, teniendo en cuenta sus enseñanzas, las principales religiones del mundo, demostrando que todos hablan, siguiendo cada uno su propio estilo, de una misma realidad y de un mismo modo de vivir.

Los mensajes de los sabios” es uno de esos libros que no debiera faltar en la biblioteca de ningún hogar. Se llegue a creer o no lo que el autor expone, siempre nos hará pensar en todo aquello que desgraciadamente, muchas veces, perdemos de vista.

martes, 23 de octubre de 2007

"La vida entre vidas"

Después de muchas lecturas acerca de reencarnación y vidas pasadas, encuentro por primera vez un texto en el que lo importante no es ahondar en las experiencias físicas en otras épocas sino en los estadios intermedios que acontecen desde la muerte física hasta el momento de un nuevo nacimiento.

Michael Newton, psicologo especialista en terapias regresivas, nos presenta a través 313 páginas un meticuloso estudio en el que describe los episodios que suceden precisamente cuando el alma no está encarnada. Para ello, se basa en su dilatada experiencia como terapeuta y, en concreto, describe 29 casos reales que le sirven como prueba y demostración de sus teorías.

Para aquellos que nunca se han acercado a este tipo de temática resultará un libro demasiado fantasioso; aquellos más avezados descubrirán que el autor desarrolla un escenario nada extraño donde casi todo encaja: las creencias de las tradiciones religiosas más ancestrales, los más extraños fenómenos de la parapsicología, las vivencias que ocurren bajo estados alterados de conciencia, etc.

Desafortunadamente, el autor no tiene una explicación última para el mundo; sin embargo, sus teorías son válidas como apoyo a todo aquel que busque más alla de lo real.

domingo, 9 de septiembre de 2007

"Muchos cuerpos, una misma alma"

Después de haber descubierto a Brian Weiss gracias a un cúmulo de casualidades y de devorar su primera obra, "Muchas vidas, muchos maestros" este verano terminé "A través del tiempo", su segunda obra y hoy mismo acabo de leer las últimas líneas de "Muchos cuerpos, una misma alma", el último de la serie (2005).

En esta obra, el doctor Weiss nos presenta a lo largo de las primeras 16 páginas su propia visión del mundo, modelada por los resultados en las sesiones de hipsonis regresiva practicadas durante 20 años sobre miles de pacientes. Nos habla de la inmortalidad del alma y del desenvolvimiento en general del universo, intentando dar respuesta a muchas de las preguntas más básicas del hombre desde que es hombre. Según iba leyendo esta parte descubría maravillado como muchas de mis creencias encajan a la perfección en el modelo que desarrolla el autor… ¿por qué será?

El resto del libro lo dedica a estudiar los aspectos que el considera cruciales en la vida, a razón de uno por capítulo. Sintetizando las terapias con sus pacientes, nos describe la importancia del control de la ira, de la empatía, de la compasión, de la paciencia, de la compresión, de la no violencia, del libre albedrío y del destino, de la meditación y finalmente del sentimiento más universal y motor del mundo, el amor, como ejes de nuestras vidas.

Un libro que te ayuda a sentir esa trascendencia que, sumergidos en el mundo de hoy, tan lejana nos queda. Muy recomendable.